Continuando con los procedimientos llevados adelante por miembros de la seccional 1º de Berazategui, la policía secuestró hoy unas 700 dosis de paco y detuvo a siete personas.
Los uniformados incautaron también más de ocho mil pesos, dos armas de fuego y gran cantidad de municiones.
Los allanamientos, concretados a partir de las 5 de la mañana, se concentraron en el Barrio Belgrano de Berazategui.
La causa fue caratulada “Infracción Ley 23.737” con intervención de la UFI Nº 6 del Departamento Judicial de Quilmes.El Paco: La basura de la basura | |

La basura de la basuraLa pasta base, o Paco, es el “nuevo” flagelo que se abate sobre nuestro país. Un estupefaciente que ha sido puesto en foco recientemente, aunque sus consecuencias ya han hecho estragos. Noticias & Protagonistas se sumerge en esta cuestión y consulta a dos especialistas sobre esta droga “altamente adictiva y destructiva”. Un fenómeno que va mucho más allá de ser un estupefaciente más.Hablar de cualquier droga como una basura puede sonar a lugar común, pero en el caso del Paco es más que pertinente: su “manufactura” nace de la mezcla de los residuos de la producción de cocaína y gas neón, utilizado en los tubos fluorescentes de luz. Una problemática de la que el Estado se transforma en cómplice, o bien por su inacción o bien por sus políticas minimalistas.
La expansión del uso del Paco indica que la demanda ha aumentado, que su bajo costo lo hace el estupefaciente por excelencia de los menos favorecidos económica y socialmente, que también aumentan los laboratorios clandestinos donde se produce y que la lucha recién empieza. Aunque algunos no quieran verlo o prefieran promover la legalización de la droga en lugar de ocuparse de aquello que cuesta vidas e hipoteca futuros.
Y ahora, ¿qué pasa?
Diagnósticos hay, y muchos, en la Argentina. Pero siempre se habla de la falta de propuestas, que es lo que le reclamaremos a Carlos Souza y a Mariana Lestelle. Porque, ¿qué hay hacer? “Los buenos modelos son los que tienen un conjunto de acciones” considera Souza. A las ofertas de programas de recuperación y de sensibilización, hay que sumar el recuperar actividades como el club de barrio, que es un “escenario socializante”. Que no haya aislamiento social es “la mejor prevención”. Hay que hacer intervención temprana, apuntará Lestelle: “Un chico que está bajo los efectos del Paco no va a mirar la televisión para prevenirse”. Ambos coincidirán en que las campañas mediáticas colaboran, pero que no son suficientes. Se debe “actuar” directamente, captar a los afectados y darle tratamiento. Ir donde está el problema. |
Para analizar y dar a conocer propuestas, este medio se comunicó con dos referentes en el tema: Mariana Lestelle, especialista en drogas, y Carlos Souza, presidente de la Fundación Aylén, ONG que lucha contra las drogas de la mano de la prevención, rehabilitación y capacitación. Dos profesionales que coincidirán en la clave para obtener resultados en esta lucha: prevención, prevención y prevención. Y no sólo algún que otro spot publicitario.
¿El Paco es un fenómeno exclusivo del Gran Buenos Aires?
M.L.: - No. Creo que por la cantidad de población se hace más evidente, pero es para estar alerta en todas las provincias. Su consumo empezó en el norte de nuestro país porque venía de la frontera con Bolivia. Se empezó a consumir y, después, como era droga barata, empezó a llegar a todas las ciudades importantes. Y a mucha población joven.
En particular, esta droga es altamente adictiva y es altamente destructiva del sistema nervioso central por ser residuo. Para extraer el clorhidrato de cocaína de las hojas de coca se utilizan un montón de químicos, los cuales están presentes en la pasta base y, encima, para su producción, le agregan otras sustancias, como vidrio molido, por ejemplo.
Cuando se consume Paco, éste se absorbe rápidamente, dando un efecto muy veloz en el cerebro y muy fugaz, destruyendo el sistema nervioso central. Y cuando digo destruye es que causa atrofia en el cerebro.
¿Qué les diría a aquellos jueces que hablan de que estamos frente a una cuestión privada, que no debería haber puniciones?
M.L.: - Que es hasta que te asaltan o provocan un accidente bajo los efectos de la droga. Si un individuo no tiene salud, no tiene libertad para elegir qué es lo que hace. Segundo, quienes consumen no son todas personas de alto coeficiente intelectual que se quedan en la casa escuchando música psicodélica después de fumarse un “porro”; muchos salen a la calle... Ni siquiera estoy refiriéndome a los delincuentes, sino que estoy hablando de cuestiones cotidianas que nos afectan a todos. No es asunto de una sola persona. Quien tiene a un adicto en la familia lo sabe.
¿Cuál es la motivación de aquellos que promueven la legalización?
M.L.: - Legalizar el descontrol. Cuando veo y leo los proyectos digo ‘estaban buscando un título en el diario’, pero, ¿cuánto hace que no salen a la calle? Si cualquiera ve que se consume cualquier tipo de drogas en cualquier ámbito... Y que nadie hace nada.
Todavía hay más
¿Qué dimensiones le atribuye a la extensión de este fenómeno?
C.S.: - Hay varios de niveles de análisis. El primero es el de la cotidianeidad: el fenómeno excede a la cuestión del Paco. Genera alarma porque accede una masa poblacional de escasos recursos, escasa instrucción, escaso nivel de autocuidado y conciencia. El deterioro de los que utilizan esta sustancia no es sólo por su toxicidad, sino porque además no hay una situación de autocuidado educativa previa.
¿La sociedad favorece la drogadicción?
C.S.: - Hay una impronta global, que excede a las drogas, que para ser feliz hay que tener objetos y bienes; el bombardeo en ese sentido es incesante. A esto, se suma que las figuras paternas a veces son muy frágiles, por estar inmersas en el mismo mar de consumo. Hoy, ninguna familia está exenta del problema de la droga.
¿Cuánto influye que la cocción de la pasta base se haga en el país?
C.S.: - Por un lado, crece la demanda. El adicto a Paco no es el que consume cocaína ni es empresario, es el joven que ha perdido esperanza en la vida, entonces, encaja con este nivel de autodestrucción. Por otro lado, la carencia social en cuanto a salud, educación, prevención en drogas y demás, revela que hay una cantidad de laboratorios clandestinos que no puede ser contabilizada porque son muy difíciles de detectar.
¿Por qué?
C.S.: - Porque pueden funcionar en una habitación de 4 x 4 mts. Además, en nuestro país no se controla la venta de precursores químicos, necesarios para la elaboración de la pasta base.
¿Es insuficiente la acción del Estado?
C.S.: - Es deficitaria. El presupuesto de la SEDRONAR (Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico) es de 23 millones de pesos anuales. Así, es muy difícil hacer cualquier tipo de plan a corto y largo plazo, más allá de un spot publicitario. Y si alguien llama a un 0-800 para pedir ayuda, entonces ya es tarde.