Un menor de 13 años murio cuando jugaba con un arma,la cual se le disparó accidentalmente y recibió un tiro en la cabeza.
Segùn se informò a este medio, que el joven inmediatamente fue trasladado a un centro hospitalario, pero al cierre de esta edición, se informó que se encontraba en estado desesperante.Trascendiò que el hecho tuvo por escenario una vivienda ubicada en la calle Agrelo 95, entre 400 y 402 del barrio El Molino. El drama se desencadenó en una humilde vivienda de Florencio Varela, cuando un menor de 13 años que jugaba con un arma, se le disparó accidentalmente y recibió un tiro en la cabeza.En ese lugar vive con sus padres y sus cinco hermanos, Raúl Antonio Ríos, de 13 años. Se trata de una familia de cartoneros, quienes se ganan la vida juntando elementos por los barrios, los que luego venden para parar la olla, durante una de esas actividades de cirujeo, uno de los hermanos de Ríos encontraron un revólver calibre 38 largo, arma que recogió y llevó a su vivienda, sin tomar las precauciones de que estaba cargada y ocultarla para que no fuera encontrada por su hijo.CUADRO DESGARRADORAyer los Ríos como lo hacen todos los días, se fueron temprano de la casa para cumplir con la triste tarea de recoger desperdicios, sin siquiera sospechar que iban a ser protagonistas de un tremendo drama.Raúl, de 13 años, en horas del mediodía, mientras se encontraba en la casa, halló el revólver calibre 38, sin siquiera sospechar que el arma estaba cargada. Se puso a jugar con esta y en determinado momento se la colocó en la cabeza, accionando el gatillo. Un tremendo estrépito quebró la tranquilidad del barrio y los vecinos alarmados corrieron hacia el lugar, sobre la presunción de que algo grave había ocurrido. Cuando entraron a la precaria vivienda, se hallaron frente a un cuadro desgarrador. Tendido en el piso y en medio de un impresionante charco de sangre, se hallaba el cuerpo del joven, quien aún se encontraba con vida. Rápidamente dieron aviso a las autoridades policiales, quienes se hicieron presentes en el lugar y solicitaron una ambulancia. El chico fue trasladado al hospital Oñativia de Rafael Calzada, para posteriormente ser derivado al Garraham de Capital Federal, donde fue sometido a una urgente intervención quirúrgica, para extraerle la bala, que le interesó la cavidad craneana. Al cierre de esta edición, los médicos del nosocomio informaron a InfoSur que el estado del menor era muy delicado, aunque había que esperar las primeras 24 horas para ver si se observaba algún signo de recuperación.InfoSur se hizo presente en el lugar de los hechos y dialogó con los vecinos, quienes señalaron que la familia Ríos es gente de trabajo y buenos vecinos, que aunque viven en una situación muy humilde, siempre se muestran muy solidarios.El hermano de la infortunada víctima, Jorge Ríos, dio un desgarrador testimonio del cuadro de situación. Visbilemente conmocionado, con la mano y la voz temblorosa admitió que fue él quien encontró el arma. ¨Yo la encontré mientras trabajaba, la traje a casa y se la dejé a mi mamá para que la guardara, nunca imaginé que podría estar cargada¨ sostuvo. Jorge contó que su hermanito regresó al mediodía de la escuela y estaba sólo. ¨Habrá encontrado el arma y se puso a jugar, estoy tan dolido que no paro de llorar, ojalá que mi hermanito se recupere¨ dijo.
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