Un joven comerciante se atrincheró por más de 7 horas frente a su comercio de ropas cuando el viernes llegó para abrirlo y se lo habían desvalijado. La inseguridad y la proximidad de las fiestas, hacen que los delincuentes se muevan sin prejuicios. En 5 días los boqueteros arrasaron con dos comercios lindantes y divididos por un zaguán en la esquina de Mitre y Alberdi, en pleno centro de Florencio Varela. Un lugar donde no hay cámaras de monitoreo. ¿Qué queda para los barrios entonces? El Municipio pide más vigilancia de policías.
Ezequiel Taborda llegó el viernes pasado a las 9 de la mañana a la esquina de Mitre y Alberdi para abrir su comercio de ropa de la marcha “Farenheite”. La presencia de un policía lo paralizó. Se trasladó en el tiempo, al 5 de setiembre pasado cuando al llegar a lugar lo esperaba la dotación de un patrullero para decirle: “Lo han robado”
Dos veces en menos de tres meses. Ezequiel se paró en el centro del cruce de calles y como un juglar comenzó a vociferar lo que sentía. La impotencia de ser robado por segunda vez en pleno centro de Florencio Varela, lo mantuvo indignado por 7 horas sin detener sus gritos.
Hay una máxima en Varela que dice: “Comercio de ropa que abre, a los 15 días lo desvalijan” Y el caso de Ezequiel no fue la excepción. En las dos ocasiones le llevaron todo. El viernes, hasta las cortinas.
El ingreso al local en setiembre se generó por la puerta principal. En una importante esquina, donde hay parada de colectivos, no hay cámaras de seguridad. Los ladrones violentaron la cortina metálica, rompieron el blindex e ingresaron. Cargaron todo en algún vehículo. Para ingresar el viernes lo hicieron por un boquete. Entre el local de ropas y un kiosco polirubro hay un zaguán con dos puertas metálicas. Los ladrones rompieron los candados e ingresaron. Trabajaron con tranquilad el domingo por la noche en vísperas del feriado. Hicieron un boquete para ingresar al kiosco.Paredes de ladrillos de sapo en ambos comercios. Fácil ingreso. Regresaron en la madrugada del viernes. Boquete a la casa de ropas. Se llevaron todo. El comercio de Ezequiel es atendido por él y su joven esposa. El matrimonio perdió más de 100.000 pesos en el primer robo. Estaban tratando de pagar las deudas que generó ese robo, pues la mercadería no corrió por cuenta del seguro del Banco Provincia. Ahora otra vez lo mismo. Por eso Ezequiel perdió la compostura y se atrincheró en la calle. Recibió la solidaridad de muchos comerciantes. Un amigo se hizo presente y cuando hablaba en el interior del local con la esposa de Ezequiel, le robaron el celular que dejó arriba de un mueble. El comisario llegó al lugar a las tres horas de la protesta, que se extendió hasta entrada la tarde horas. El tránsito estuvo cortado. La subsecretaria de seguridad comunicó a Ezequiel con el secretario de Gobierno quien lo espera en el el dia de hoy en la comuna. Se dijo que hubo promesa de un subsidio, pero nada alcanza. Ezequiel no quiere bajar los brazos, como lo han hecho otros comerciantes tras robos sufridos. Ahora, la policía, de noche, ¿adonde está? se preguntan todos. El municipio elevó una queja a la policía pidiendo más vigilancia.
Dos veces en menos de tres meses. Ezequiel se paró en el centro del cruce de calles y como un juglar comenzó a vociferar lo que sentía. La impotencia de ser robado por segunda vez en pleno centro de Florencio Varela, lo mantuvo indignado por 7 horas sin detener sus gritos.
Hay una máxima en Varela que dice: “Comercio de ropa que abre, a los 15 días lo desvalijan” Y el caso de Ezequiel no fue la excepción. En las dos ocasiones le llevaron todo. El viernes, hasta las cortinas.
El ingreso al local en setiembre se generó por la puerta principal. En una importante esquina, donde hay parada de colectivos, no hay cámaras de seguridad. Los ladrones violentaron la cortina metálica, rompieron el blindex e ingresaron. Cargaron todo en algún vehículo. Para ingresar el viernes lo hicieron por un boquete. Entre el local de ropas y un kiosco polirubro hay un zaguán con dos puertas metálicas. Los ladrones rompieron los candados e ingresaron. Trabajaron con tranquilad el domingo por la noche en vísperas del feriado. Hicieron un boquete para ingresar al kiosco.Paredes de ladrillos de sapo en ambos comercios. Fácil ingreso. Regresaron en la madrugada del viernes. Boquete a la casa de ropas. Se llevaron todo. El comercio de Ezequiel es atendido por él y su joven esposa. El matrimonio perdió más de 100.000 pesos en el primer robo. Estaban tratando de pagar las deudas que generó ese robo, pues la mercadería no corrió por cuenta del seguro del Banco Provincia. Ahora otra vez lo mismo. Por eso Ezequiel perdió la compostura y se atrincheró en la calle. Recibió la solidaridad de muchos comerciantes. Un amigo se hizo presente y cuando hablaba en el interior del local con la esposa de Ezequiel, le robaron el celular que dejó arriba de un mueble. El comisario llegó al lugar a las tres horas de la protesta, que se extendió hasta entrada la tarde horas. El tránsito estuvo cortado. La subsecretaria de seguridad comunicó a Ezequiel con el secretario de Gobierno quien lo espera en el el dia de hoy en la comuna. Se dijo que hubo promesa de un subsidio, pero nada alcanza. Ezequiel no quiere bajar los brazos, como lo han hecho otros comerciantes tras robos sufridos. Ahora, la policía, de noche, ¿adonde está? se preguntan todos. El municipio elevó una queja a la policía pidiendo más vigilancia.
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